30 de mayo de 2007

Para Sol, con amor





La fría noche del sábado 26 se volvió un tibio refugio para los amantes del rock'n roll, el flocklore y el funk fusion. El gimnasio de la Escuela Enet Nº 1 fue el centro irradiador: La Caja, La Inoxidable, Tito Pereyra y alumnos, Alma K Alma, Cacho y parte de Remolkador, Rodrigo Flores y demás artistas, se reunieron para hacer una obra de bien: Ayudar a recaudar fondos para Sol Milagros, quien posee Linfoma de Hodking (cáncer poco frecuente en el sistema linfático).





Mientras la mayoría pensaba a quien votar como gobernador, otros pensaban como dar una mano. Fue asi que no sólo se fusionaron los diferentes estilos musicales, sino que también la buena voluntad de jóvenes y adultos.





El quiebre incial estuvo a cargo de Cacho y Cía, que con un tinte bien blusero fueron dando la bienvenida a los recién llegados. Una guitarra y una armónica fueron más que suficiente para poner primera, el resto de los músicos se fueron sumando y dándole color a la escena.





Con eso se abrió paso al resto de los artistas invitados que fueron tan heterogéneos como su público. Payasos para los más chicos y un buffet para los más hambrientos (también para los más sedientos).





Entre sonidos y voces, frío y calor, lo que prevaleció fue la excelente disposición de un grupo de personas que con no muchos recursos, se las ingeniaron para movilizar a la población y realizar un evento más productivo y benéfico que la inversión en afiches que tienen plasmadas caras de bobos.

Desafio a la gravedad




Fue en el lejano Oriente y parte de Asia, donde estas disciplinas tuvieron su origen. El arte de de las telas nace en la tierra de budistas y yoguis, corrientes filosóficas y espirituales basadas en la meditación, flexibilidad, fuerza, tonicidad y perseverancia. En un principio, los maestros y aprendices lograban meditar colgando de sogas desde importantes alturas, y una vez alli realizaban cánticos y oraciones.
Con el correr del tiempo, el encuentro entre culturas no siempre terminó de manera negativa, el Circo tradicional llega a estos remotos lugares y asi surgen las acrobacias aéreas en sogas. La esencia es la misma, lograr bellas figuras desde importantes alturas pero manteniendo las posturas básicas del yoga.
El tinte acrobático es ineludible, pero además de este toque especial, se produce otro cambio fundamental: las sogas son reemplazadas por telas, mas nobles y agradables al tacto.


El Circo viajó por el mundo, llegó a Latinoamérica. Hoy los malabares, acrobacias y distintas destrezas son accesibles y pueden encontrarse varios abiertos talleres, pero hace 30 años no. Romina Valloggia y Gabriel Halla forman el grupo Charivari, brindan espectáculos callejeros y para toda la familia: los zancos, saltos, risas y colores no faltan.


En sus inicios, recorrieron América Latina. Conocieron artistas sorprendentes y nuevos, y fue en Brasil donde se pusieron en contacto con las telas. La estadía fué efímera, pero el amor hacia ellas no. El viaje continuó y el aprendizaje también, al retornar adquirieron las telas y desde ese entonces, no pararon.


El conocimiento que las vueltas de la vida les dió no esta anclado: cada vez que pueden, Romina y Gabriel dictan talleres abiertos y accesibles. No hay diferencias etarias ni de género, todos pueden aprender. Sólo se requieren: ganas de conocer, pasarla bien y disposición. Pero la autora hace una recomendación: antes de subirse a una tela, procuren estar estado. No se tiren de cabeza o lo van a sufrir en carne propia.