30 de mayo de 2007

Desafio a la gravedad




Fue en el lejano Oriente y parte de Asia, donde estas disciplinas tuvieron su origen. El arte de de las telas nace en la tierra de budistas y yoguis, corrientes filosóficas y espirituales basadas en la meditación, flexibilidad, fuerza, tonicidad y perseverancia. En un principio, los maestros y aprendices lograban meditar colgando de sogas desde importantes alturas, y una vez alli realizaban cánticos y oraciones.
Con el correr del tiempo, el encuentro entre culturas no siempre terminó de manera negativa, el Circo tradicional llega a estos remotos lugares y asi surgen las acrobacias aéreas en sogas. La esencia es la misma, lograr bellas figuras desde importantes alturas pero manteniendo las posturas básicas del yoga.
El tinte acrobático es ineludible, pero además de este toque especial, se produce otro cambio fundamental: las sogas son reemplazadas por telas, mas nobles y agradables al tacto.


El Circo viajó por el mundo, llegó a Latinoamérica. Hoy los malabares, acrobacias y distintas destrezas son accesibles y pueden encontrarse varios abiertos talleres, pero hace 30 años no. Romina Valloggia y Gabriel Halla forman el grupo Charivari, brindan espectáculos callejeros y para toda la familia: los zancos, saltos, risas y colores no faltan.


En sus inicios, recorrieron América Latina. Conocieron artistas sorprendentes y nuevos, y fue en Brasil donde se pusieron en contacto con las telas. La estadía fué efímera, pero el amor hacia ellas no. El viaje continuó y el aprendizaje también, al retornar adquirieron las telas y desde ese entonces, no pararon.


El conocimiento que las vueltas de la vida les dió no esta anclado: cada vez que pueden, Romina y Gabriel dictan talleres abiertos y accesibles. No hay diferencias etarias ni de género, todos pueden aprender. Sólo se requieren: ganas de conocer, pasarla bien y disposición. Pero la autora hace una recomendación: antes de subirse a una tela, procuren estar estado. No se tiren de cabeza o lo van a sufrir en carne propia.